El kimono se ha posicionado como una prenda estrella en el armario de la gran mayoría y en verano, se convierte en un gran aliado para las típicas tardes de verano que se alargan y pasamos de solazo y calor a tener un poco de frío.
Prácticamente todas sabemos que es de origen asiático, pero somos desconocedoras del resto. Así que hemos decidido crear este post para saber más sobre esta prenda tan versátil y con tanta historia.
Para empezar, la palabra kimono se desglosa de la siguiente manera: «kiru», que significa «llevar se hace tú mismo» y monosignifica «cosa». Así que el kimono significa «cosa que usas sobre ti mismo y hay tres formas de kimono: en primer lugar, nos encontramos, el Kosode que se compone de mangas pequeñas y estrechas, el Elosode, cuyos brazos están abiertos y por último, el furisodo, cuyas mangas muy largas tienen grandes aberturas.
Su origen se remonta al siglo VII en Japón. En ese momento, era una ropa interior que se usaba con pantalones, una falda larga o una chaqueta grande y ancha. En la alta aristocracia, el kimono se usa bajo capas de ropa (¡hasta 12!) que se colocan en capas y se cosían cada mañana.
En el siglo VIII, durante el período Nara, se redefinieron los códigos de vestimenta y el kimono indicaba el lugar que ocupaba el individuo en la sociedad. Más tarde, los kimonos pasan a ser de color y cambian con el ritmo de las estaciones, la ocasión, el rango social de la persona o su edad.
Finalmente, a principios del siglo XX, en la era de Sháwa, el kimono solo se usa para ocasiones especiales.
No obstante, forma hoy en día parte del uniforme de las geishas y éste se rige por un código muy formal y complejo. En primer lugar, el atuendo y los patrones difieren dependiendo del nivel de experiencia de la geisha. Las geishas jóvenes usan kimonos en forma de furisodo con patrones coloridos y originales. Este está adornado con un cinturón que mide hasta 10 metros de largo. Está atado en la espalda en un nudo ancho que sube a los omóplatos, cae de nuevo al suelo formando un arrastre y recibe el nombre de hikizuri.
Sobre las más experimentados llevan el kimono con mangas más cortas y bordadas con colores y patrones más sutiles, con un código blanco que sube más alto en el cuello. Su obi está anudado en un nudo llamado «tambor», como doblado sobre sí mismo y sin rastro. Sus sandalias de madera llamadas zori tienen una suela más delgada que las de las geishas aprendices.
Habiendo visto, la historia de esta conocida prenda solo nos falta añadir que, en la actualidad, también está muy presente en Occidente y que en Lupita disponemos de kimonos con diversos estampados.
¡Acércate a nuestras tiendas a probarte uno y verás como se convierte en un esencial de tu armario!
Equipo Lupita